LA DIGESTION , sabores, sentimientos y emociones.
- Mixtura Joyas
- 31 oct 2024
- 12 Min. de lectura

LA DIGESTIÓN , LA MENTE Y LAS EMOCIONES
Los sabios antiguos describen los efectos de la dieta de esta forma:
Los alimentos ingeridos se separan en tres partes. La parte macroscópica se convierte en excremento. La parte intermedia se convierte en carne. La parte sutil se convierte en mente... El agua que bebemos se separa en tres partes. La parte macroscópica se convierte en orina. La parte intermedia en sangre. La parte sutil se convierte en fuerza vital.
En efecto, eso es lo que les sucede a los alimentos a medida que los siete dhatus los transforman. La parte "macroscópica" es malas, o el desecho grueso, subproducto natural de la digestión. La "parte intermedia está representada por los nutrientes extraídos que van a construir y reparar los tejidos. La "parte sutil" es el sabor de lo que comemos y bebemos -la inteligencia oculta-, el cual literalmente alimenta las cualidades de la mente y las emociones. En general, los alimentos dulces producen un estado de ánimo amable y gratificante, los alimentos ácidos producen un estado de ánimo duro o agrio, y así sucesivamente. Como veremos, somos lo que comemos.
EFECTOS DE LOS SABORES SOBRE LA MENTE Y LAS EMOCIONES
EN PROPORCIÓN JUSTA EN EXCESO
Dulce Amor, satisfacción Deseo, apego, necesidad, pasividad
Salado Tranquilidad mental Rigidez mental, codicia, adicción
Ácido Agudeza mental Envidia, remordimiento, resentimiento
Picante Ambición, motivación Odio, ira, celos, agresión
Amargo Claridad mental, percepción Sufrimiento, desilusión profunda
Astringente Optimismo, bienestar Temor
La experiencia cotidiana nos hace ver que esta noción sobre los sabores parece cierta. Todos los días hablamos de cosas como dulce amor, lágrimas amargas, el dolor acre de una pérdida, el sabor del temor -que es en realidad la sensación de sequedad en la lengua causada por la reacción de luchar o huir. En el nivel más profundo de la conciencia, la unidad mente-cuerpo sabe que los sabores y las emociones son una misma cosa en lo que a sus efectos se refiere. Así es como el Ayurveda les da a ambos el mismo nombre: rasa o esencia. Los seis rasas son los sabores de nuestras emociones y del alimento. Así mismo, nuestras emociones son los sabores de nuestra experiencia.
Cuando consumimos un régimen de sabores balanceados, nuestra mente se mantiene en equilibrio. Cuando estamos tranquilos, la vida se mantiene en equilibrio. Cuando consumimos un sabor en exceso, la mente se deja envolver por las emociones y se pierde la armonía. Así, consumir un plato de ají cuando Pitta predomina o cuando nos sentimos airados e irritables, es como verter gasolina sobre las llamas; pero cuando el fuego natural está bajo, una pizca de jengibre picante proporciona la chispa necesaria. De la misma manera, recargarse de carbohidratos, azúcar y lácteos ricos en crema los alimentos típicos para "consolarnos" es poner más peso sobre los pesares cuando Kapha predomina o cuando nos sentimos deprimidos; pero un desayuno con cereal caliente estabiliza y fortalece cuando Vata predomina o cuando nos sentimos sin peso o temerosos.
Todos estos efectos de los sabores, a diferencia de los efectos nutritivos de los alimentos, son relativamente inmediatos y pasajeros. Tan pronto como ingerimos una comida experimentamos el impacto de rasa, vipak y vira en la conciencia. Esto ocurre bien sea que estemos o no despiertos para tomar nota, puesto que los sabores nos afectan tanto en el plano consciente como subconsciente. En efecto, mucho antes de Freud, los vaidyas analizaron las imágenes de los sueños para evaluar el equilibrio de las energías elementales el equilibrio de los sabores - sobre el cuerpo. Según la teoría ayurvédica, los sueños violentos, hostiles o las imágenes de objetos ardientes indican exceso de fuego y suelen presentarse después de una cena abundante muy condimentada. Los sueños de estar atrapados en el lodo o abrumados físicamente por un peso indican demasiada tierra y agua y se presentan después de desbordarse comiendo dulces de "consolación". Imágenes de fuga, carreras y temor son señal de un exceso de espacio y aire y suelen presentarse después de trasnochar comiendo palomitas de maíz, patatas fritas y cerveza fría. De manera que si se despierta de madrugada en medio de sueños como éstos, piense en lo que comió el día anterior.
Al mismo tiempo, recuerde que una rosa es una rosa --y un rasa es un rasa.
En el plano sutil de la conciencia, donde se digieren en últimas todas las experiencias, la inteligencia esencial del objeto mismo -- el sabor-- siempre es la misma ya sea que entre por vía de la boca, del pensamiento, del olfato, del tacto, o pronunciando su nombre. Por consiguiente, ya sea que un sabor se origine en el pensamiento o en los alimentos, siempre tendrá el mismo efecto sobre la conciencia. Claro está que eso no significa que la piel se nos llenará de granos con sólo pensar en un chocolate. Un recuerdo dulce, o el simple hecho de pensar en un alimento dulce, por ejemplo, no agrega grasa en las caderas. Sin embargo, influye de manera sutil sobre nuestro estado de ánimo.
EFECTO DEL ESTADO DE ÁNIMO SOBRE LOS ALIMENTOS
Los "sabores" de nuestra conciencia también transforman el alimento. Las emociones estimulan la producción de hormonas, las cuales regulan la mayoría de los procesos fisiológicos, entre ellos la digestión, la absorción y la asimilación. El temor, por ejemplo, estimula la liberación de adrenalina, la cual afecta los riñones y a su vez causa deshidratación y reduce la cantidad de líquidos digestivos. La ira
-lo que Daniel Goleman llama en su libro Inteligencia emocional "el aspecto de lucha dentro de la reacción de luchar o huir" tensiona los músculos y pone a bombear sangre hacia las extremidades en preparación para una pelea, desviando la sangre destinada a la zona abdominal. El sufrimiento, estado en el cual estamos menos alertas, desacelera el metabolismo. En todos los casos alteramos la digestión, con la consecuencia de que los alimentos sin digerir se convierten en toxinas o
desechos venenosos que bloquean el colon e impiden la absorción ulterior de los nutrientes. Tal como lo describimos más adelante, la digestión inadecuada y el colon
"sucio son dos de los factores relacionados con la alimentación que ejercen un papel preponderante en el envejecimiento y la enfermedad. En efecto, si no metabolizamos adecuadamente los nutrientes, estaremos mal alimentados a pesar de consumir todos los alimentos correctos, o ganaremos peso a pesar de llevar una dieta baja en calorías y grasas.
Pero esto es solamente una parte de todo el cuadro. De acuerdo con los principios energéticos, nuestro estado de ánimo transforma el alimento en el momento mismo de prepararlo, cocinarlo, servirlo y sentarse a la mesa. El pensamiento es una energía sutil cuya influencia se extiende más allá de los límites físicos del sistema nervioso y sus moléculas mensajeras, por medio del tacto y la atención. Los cambios de nuestro estado mental alteran la bioquímica de la piel, incluidas cosas tales como su resistencia galvánica y el equilibrio del pH. Estos cambios fisiológicos, junto con otras alteraciones de las energías del cuerpo, alteran los alimentos que manipulamos: una mano caliente y sudorosa, o una mano seca y fría, tendrá efectos energéticos diferentes sobre las verduras que corta y cocina.
Así mismo, los pensamientos ejercen un efecto vibratorio sutil sobre el mundo físico. Como dijimos, cada pensamiento es un impulso de energía -de conciencia-- que envía ondas de influencia por todo el universo, lo mismo que un pedruzco en un lago cósmico. En efecto, agregamos un aliño al mundo siempre que fijamos nuestra conciencia. El sabor de ese aliño - dulce, salado, ácido, picante, amargo o astringente, depende del sabor de nuestras emociones. Si preparamos o comemos una comida estando llenos de ira, por ejemplo, la energía picante de nuestro pensamiento cae sobre los alimentos como lo haría una pizca de pimienta de Cayena.
No solamente alimentamos con nuestra ira a quienes brindamos la comida, sino que en efecto la traemos de nuevo dentro de nosotros al consumir ese alimento. La ira
literalmente acidifica los alimentos dulces en el estómago, transformando la comida en veneno, y por eso decimos que la ira nos carcome por dentro y produce acidez.
Ahora, imagine lo que agregamos al sabor de la comida cuando cocinamos llenos de alegría e interés y nos sentamos a la mesa llenos de paz y con el corazón agradecido. La actitud correcta transforma un simple alimento en néctar. Una dieta perfectamente equilibrada a base de alimentos naturales puros consumidos con atención y buena disposición no solamente aporta todos los nutrientes necesarios a los siete dhatus, sino que también estimula la producción de ojas, el cual fortalece la inmunidad e imparte luminosidad a la piel.
Más adelante en este capítulo le contaré la historia sobre la hora de las comidas en el hogar de mis padres en la India y los secretos para cocinar y comer bien, los cuales son la esencia de la etiqueta ayurvédica. Sin embargo, por el momento dedicaremos unos minutos a esta idea de que nuestros pensamientos son un medio para nutrirse y nutrir a los demás. Este es uno de los principios centrales de la filosofía védica y el principio fundamental de la belleza absoluta. El estado de ánimo en el momento de comer es el ingrediente más importante de la dieta, aparte del equilibrio de los sabores para cada tipo de piel, debido a su efecto sobre la digestión y sobre la energía sutil de los alimentos. En efecto, el Ayurveda enseña que la actitud correcta es en últimas más importante que el equilibrio de los sabores como factor de una buena nutrición, puesto que hasta una comida perfecta se torna tóxica dentro del cuerpo cuando nuestras emociones producen discordancia. Según el doctor
Frawley: "La ira puede ser tan mala para el hígado como el exceso de alcohol. Así, las hierbas y la dieta no son suficientes si el sabor de la mente no cambia".

SECRETOS DE UNA BUENA DIGESTIÓN:
El primer tejido del cuerpo se conoce como rasadhatu. Su "sabor" está presente en todos los tejidos del cuerpo, puesto que es el origen de la secuencia de los otros seis.
El plasma, la sangre, la grasa, el músculo, el hueso, la médula ósea, los nervios y el tejido reproductivo son en esencia un rasadhatu transformado para realizar funciones especializadas. En este proceso de transformación, cada dhatu obtiene su materia prima a partir del tejido precedente, salvo el primero -rasadhatu-el cual obtiene su materia prima solamente de nuestro alimento. Si esa materia prima es inadecuada, todos los dhatus, desde el primero hasta el último, funcionarán mal.
Es obvio que se necesita una régimen alimenticio apropiado para tener tejidos sanos y piel bella. Sin embargo, la alimentación por sí sola no es garantía. Como dijimos, ni el alimento más puro del mundo contribuirá a darnos salud si el cuerpo es incapaz de digerir y asimilar sus nutrientes constitutivos. Por consiguiente, es mucho lo que tiene que decir el Ayurveda acerca del tema de la digestión. Ya hemos considerado algunos de los factores psicológicos que inciden en la digestión, y tendremos más que decir al respecto al final del capítulo. Pero por ahora veamos los factores físicos y alimentarios fundamentales que fomentan el metabolismo y la transformación sana de los tejidos: la fuerza del fuego digestivo, conocido como agni; la acumulación de toxinas en el tracto gastrointestinal; y los alimentos tóxicos.
La energía -agni-es necesaria para todas las funciones de la vida. El cuerpo físico produce esta energía a través del proceso del metabolismo o transformación bioquímica de las sustancias, entre las cuales el Ayurveda incluye los pensamientos y los alimentos por igual. El metabolismo comprende no solamente la función digestiva sino también la absorción y asimilación de la energía resultante, y la eliminación de los desechos corporales. Cuando el metabolismo se altera como resultado de una dieta inadecuada o del estrés, el cuerpo no puede digerir ni absorber adecuadamente los nutrientes de los alimentos. Aquello que no se digiere o excreta a través de los canales normales se acumula en forma de ama, o toxinas, en las áreas débiles del cuerpo. Según el Ayurveda, todas las enfermedades se deben a la acumulación de ama. Sin embargo, esta acumulación ocurre únicamente cuando se altera el agni como consecuencia de un desequilibrio. Por consiguiente, debemos tener buena digestión, absorción y eliminación -es decir, un agni fuerte-- a fin de obtener todo el valor nutritivo de los alimentos y mantener el cuerpo libre de toxinas.
CÓMO REAVIVAR EL FUEGO DIGESTIVO
Agni es el fuego biológico (también conocido como tejas) que regula el metabolismo y aporta combustible para la digestión. El principio transformador de agni, junto con la fuerza impulsora de prana y la fuerza estabilizadora de ojas, conforman el triunvirato de las fuerzas vitales. Cuando estas fuerzas entran en desequilibrio, lo mismo les sucede a las funciones biológicas
-los doshas-- a las cuales gobiernan. Por consiguiente, la salud del metabolismo depende ante todo del equilibrio de los doshas.
Un metabolismo lento (digestión inadecuada que se manifiesta en síntomas tales como aumento de peso, indigestión, estreñimiento, flatulencia, distensión, dolores de estómago, diarrea, acidez) es señal de que el fuego y el aire se han reducido o, en otras palabras, que hay un nivel bajo de Pitta y Vata, lo que equivale a un nivel elevado de tierra y agua o un Kapha alto.
En ambos casos se puede restablecer el equilibrio de la constitución con una dieta para apaciguar a Kapha, compuesta básicamente por sabores picantes, amargos y astringentes. Las cualidades de liviandad, dispersión, calor y estímulo de estos sabores incrementan las fuerzas de prana (movimiento y eliminación) y agni (metabolismo), necesarias para eliminar el ama del cuerpo y reavivar la llama digestiva. Por consiguiente, una dieta para apaciguar a Kapha también mejora el proceso natural de desintoxicación del cuerpo.
DIETA PARA REDUCIR LAS TOXINAS Y REAVIVAR EL AGNI:
Este régimen de purificación para el cuerpo y la mente consiste en reposo mental y en consumir durante unos cuantos días una dieta ligera para apaciguar a Kapha. El pilar de la dieta es khichadi, una mezcla nutritiva a base de lentejas y arroz (véase la receta más adelante). La duración del régimen depende de su naturaleza
Vata 1-3 días por mes
Pitta 1-4 días por mes
Kapha 1-5 días por mes
No Frutas, jugos o verduras dulces; panes, galletas, pasteles, dulces, lácteos, queso, frituras, enlatados, nueces, alcohol, aceites, sal, azúcar, leguminosas o cereales (salvo el khichadi).
Sí
Infusiones de hierbas: jengibre, cardamomo, hinojo, canela, sábila.
Agua: por lo menos 6-8 vasos diarios.
Frutas o jugos de frutas: limón, lima, toronja, granada.
Verduras al vapor (opcional): remolacha, zanahoria, hinojo, espinaca, col, brócoli, coliflor. Límite: ½ taza al día únicamente.
Jugos de verduras: apio, perejil.
Hierbas: triphala (½ cucharadita en agua tibia en las noches).

RECETA DE KITCHADI:
Khichadi: coma hasta un plato lleno cada vez que sienta hambre durante el día. Para prepararlo, lave una taza de lentejas y una taza de arroz.
Ponga 3 cucharadas de ghee en una sartén de acero. Caliente a fuego lento. Añada 1 pulgada de jengibre fresco pelado + ¼ de astilla de canela + 5 semillas de cardamomo enteras + 5 clavos enteros + 10 semillas de pimienta negra o de cilantro o de comino + 1 cucharadita de cúrcuma en polvo y saltee ligeramente. Agregue el arroz y las lentejas y saltee ligeramente con las especias. Agregue 6 tazas de agua y cocine hasta que el arroz y las lentejas estén blandos.
AYUNO MENTAL
Descanse tanto como le sea posible. Evite trabajar, ver televisión, pelear, asistir a reuniones.
Escoja lecturas ligeras, practique ejercicios sencillos de respiración y salga a pasear a pie.
Tome un baño tibio todos los días poniendo en el agua aceite de jengibre o de eucalipto; frótese el cuerpo vigorosamente.
Destina tiempo para orar o meditar.
DESPIDA LO VIEJO Y ACOJA LO NUEVO
PROBLEMAS DE LA PIEL Y EL PRINCIPIO DE LA DESINTOXICACIÓN
Todas las enfermedades de la piel, entre ellas el acné, el eczema y la psoriasis, se deben en parte a la acumulación de ama. Cuando las toxinas se han depositado en el tracto gastrointestinal, un cambio de alimentación por sí solo no sirve para restablecer el equilibrio de los doshas porque las toxinas mismas se encargan de impedir la absorción de los nutrientes. Si usted intenta "limpiar" su alimentación sin eliminar antes las toxinas del cuerpo, los alimentos "buenos" que ingiera serán literalmente desperdiciados en su sistema digestivo. Como ya dijimos, es como verter agua limpia sobre mugre
-Lo único que se obtiene es lodo. Por lo tanto, si ya tiene un problema de piel, es indispensable desintoxicar y limpiar internamente el cuerpo antes de tratar de equilibrar la alimentación.
El método utilizado tradicionalmente en el Ayurveda para eliminar las toxinas del cuerpo y equilibrar los doshas es el tratamiento médico conocido como pancha karma.
Sin embargo, si usted no tiene acceso a un tratamiento profesional, puede realizar un programa modificado de purificación en su casa. Este proceso de tres etapas consistentes en un masaje preliminar con aceite para transpirar, una limpieza interna y un régimen de desintoxicación, y una terapia nutricional de mantenimiento Si en este momento usted tiene un desequilibrio, debe realizar este tratamiento antes de iniciar la dieta para equilibrar a Kapha, descrita anteriormente. El tratamiento completo, incluida la dieta para desintoxicar, tarda dos semanas en eliminar el ama y restablecer el nivel de agni. Una vez terminado el proceso usted podrá iniciar su dieta ayurvédica normal para mantener el equilibrio.
Aunque no tenga un problema o desequilibrio específico, el Ayurveda recomienda el tratamiento de pancha karma para todo el mundo tres veces al año, durante el cambio de estación, cuando los doshas tienden a agravarse en forma natural.
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